viernes, 30 de marzo de 2012

XIII-028 Pasión y Resurrección.


PASIÓN Y RESURRECCIÓN.

Estamos comenzando la Semana Santa, hoy es Viernes del Concilio, preparémonos en estos días para culminar nuestra Cuaresma con la mayor veneración por estos misterios de nuestra religión, meditando en la importancia tan grande que revisten en cada uno de sus detalles, sensibilizando nuestros corazones con los dolores que sufrió Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre por nuestra redención y con la mirada puesta en la Resurrección, no podemos quedarnos en el dolor de la Pasión y estancarnos allí, porque la Gloria del Señor está en haber podido reconstruir el templo de su cuerpo en tres días después de su muerte física, después de haber derramado hasta la última gota de su sangre, después de haber bajado al lugar de los muertos, de allí Jesús volvió a la vida y sigue vivo entre nosotros.

¿Qué significa Viernes del Concilio? Leemos en el evangelio de San Mateo que “Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús.” (Mt 27, 1) A esta reunión es a la que se le da el nombre de “El Concilio” La palabra viene del latín Concilium que significa junta o congreso. Recordemos que al momento de arrestar a Jesús aparecieron una serie de testigos, pagados por los mismos sacerdotes, para acusarlo de diversas faltas a fin de justificar su arresto. Sin embargo, todas estas acusaciones tenían una base falsa y por tanto no tenían la consistencia necesaria como para pretender con ellas una pena de muerte, fue así como ellos decidieron reunirse en casa del gran sacerdote Caifás, donde tenían preso a Jesús y lo hicieron comparecer ante ellos para interrogarle. Para ese momento el Señor ya estaba bastante maltratado por los golpes, bofetadas y salivazos de los que lo habían prendido, por lo que su rostro ya lucía flaco y desfigurado, esto causó espanto aunque no compasión entre los presentes en cuyos corazones solo había ira y maldad.

Las preguntas que le hicieron estaban orientadas a hacerle decir algo que les sirviera de prueba para su condenación, no para oír la verdad ni mucho menos para admitirla. Sin embargo, Jesús quería morir por la verdad, por tanto tampoco podía negarla ni callarla, pero sabía que al decirla se mofarían y harían burla de él, así que optó por decir algo que los llevase a ellos mismos a una conclusión, les dijo que el Hijo del hombre, que así se llamaba él a sí mismo, después de esto, lo veréis sentado a la diestra del Padre. Entonces los sacerdotes sacaron la conclusión, “¿Luego Tú eres Dios?” y él les replicó “Ustedes dicen que lo soy” que era como decirles han llegado a la conclusión correcta y el mismo hecho de mi condena es una ratificación de las escrituras que señalan que soy el Cristo que la ley había prometido.

El Sumo Sacerdote tomó esto como una razón más que suficiente para avalar la condena que querían hacer ya que se trataba de una confesión de culpa del mismo reo y por tanto no hacían falta testigos y para dar más fuerza a su conclusión rasgó sus vestiduras y gritó “!Ha blasfemado!, ¿Para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras blasfemas, ¿Qué deciden ustedes? Ellos contestaron:”!Merece la muerte!” (Mt 26, 65-66)

Vayamos con Jesús a su Pasión durante la Semana Santa, suframos con él sus dolores, carguemos su cruz, pero con la mirada siempre puesta en la Resurrección, porque la vida del cristiano es de fe y esperanza.
Les recuerdo que hoy es día de abstinencia.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y les acompañe siempre, feliz fin de semana, no olviden el rezo del Rosario y la Misa Dominical.

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