¿CREES EN EL ESPIRITU SANTO?
Cuando rezamos el Credo, el símbolo de nuestra fe, decimos: “Creo en el Espíritu Santo”, ¿estamos realmente conscientes de lo que estamos diciendo?, lo pregunto porque son pocos los que se preocupan por conocer quién es el Espíritu Santo y si no le conocen ¿cómo pueden creer en él?, aunque desde luego hay dos atenuantes uno de parte del creyente que pone toda su fe en Cristo y cree en las palabras de Cristo cuando prometió la venida del Espíritu Santo y así tiene fe en él aún sin conocerle y la otra que proviene del propio Espíritu Santo que nos habla de Cristo pero no nos habla de sí mismo y por tanto él sigue siendo un misterio.
El Catecismo nos enseña que el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad y nos recordamos aquella pregunta que nos hacían nuestros catequistas antes de realizar la Primera Comunión: “¿El Espíritu Santo es Dios?”. Si es Dios, porque Dios es uno y trino, es uno en esencia y en él hay tres personas perfectamente diferenciadas que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por lo tanto el Espíritu Santo es Dios.
Si partimos de esa verdad que aprendimos en el Catecismo podemos también llegar a la conclusión de que el Espíritu Santo es tan eterno como lo es Dios, siempre ha existido, no ha tenido principio ni tendrá fin. Cuando leemos el Antiguo Testamento y vamos al primer capítulo, el Génesis, desde sus primeras palabras nos habla del Espíritu Santo, cuando nos dice: “En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.” (Gen 1, 1-2).
Más adelante nos dice la Biblia que el Espíritu Santo habla por boca de los profetas, es decir que cuando Dios busca comunicarse con los hombres para enderezar sus caminos, lo hace por medio de su Espíritu, es la propia Palabra de Dios que baja a los hombres y ya en el Nuevo Testamento, esa Palabra nos viene dada por Jesús y es el Espíritu Santo el que nos hace conocer a Cristo y nos revela al Padre, es él mismo quien “aletea” como en el Génesis, sobre la cabeza de Cristo cuando es bautizado en el Jordán.
El próximo domingo celebra la Iglesia la fiesta de Pentecostés, es decir la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, después de la Ascensión de Cristo a los Cielos. Vamos a prepararnos para esa fecha, en primer lugar con la oración, al igual que lo hicieron los apóstoles en preparación para ese importante momento que significó la transformación total de sus vidas y en segundo lugar profundizando más en el conocimiento del Espíritu Santo, para que él también logre una transformación y una conversión total en nuestras vidas de ahora en adelante. Yo quiero ayudarles en eso y vamos a continuar hablando sobre el Tema.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y sobre toda tu familia y permanezca siempre.
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