lunes, 30 de julio de 2012

XIII-069 Usar los bienes con sabiduría.




USAR LOS BIENES CON SABIDURÍA.

Es una frase tomada  de la Oración Colecta de la misa de ayer domingo: “Padre Santo y Todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo.”

¿Y qué significa “usar con sabiduría” los bienes de la tierra? Recordemos en primer lugar que todos los bienes de la tierra han sido creados por Dios, quizás alguien pudiera poner en duda esta aseveración y nos dijera por ejemplo: pero este bollo de pan lo hizo el panadero de la esquina, yo lo vi cuando lo estaba horneando, ¿Cómo dices que ha sido creado por Dios? Y le podríamos responder ¿Con qué lo hizo? Lo hizo con harina de trigo y esa harina de trigo viene de una mata de trigo que fue sembrada por un hombre, pero ¿Quién hizo que esa semilla que plantó ese hombre germinara y creciera y diera frutos? Lo hizo Dios y Dios creó la primera semilla que se sembró en el mundo, hace millones de años, lo que hace en realidad el hombre es completar la obra de Dios y lo hace por voluntad de Dios. Pero volvamos al punto del uso sabio de los bienes de la tierra, no se trata de que no los usemos, Dios los creó para que los usara el hombre, pero debemos usarlos en su justa medida, con equilibrio, con la moderación que corresponde. Siguiendo con el ejemplo del pan, cuando Jesús hace el milagro de la multiplicación de los panes lo hace para el uso y el consumo de aquellas personas que le seguían y que no habían comido y lo hace con tal abundancia que después que todos se saciaron, llenaron doce canastos con los pedazos sobrantes y Jesús les dice: “Recojan los pedazos sobrantes para que no se desperdicien” (Jn 6, 1-15)

¿Por qué hace Jesús esta recomendación? Porque esos pedazos son parte de la creación de Dios y por tanto no se deben desperdiciar, eso lo que significa es que se deben usar los bienes con sabiduría, con equilibrio.

Igual podemos decir al señalar los bienes que el hombre usa hoy en día, todo debe usarse con moderación pues en exceso hace daño, se puede beber un licor pero si tomas en exceso te emborrachas, puedes usar tu automóvil a las velocidades apropiadas pero si te excedes puedes tener un accidente, puedes usar tu internet, tu celular o tu blackberry pero si te la pasas todo el día pendiente de ellos no vas a tener tiempo para hacer otras cosas que son necesarias en tu vida y vas a descuidar otras que son importantes y así podríamos citar miles de ejemplos en los que el desperdicio o el exceso en el uso de los bienes de la tierra nos pueden impedir alcanzar los del cielo, no permitamos que esto suceda.
Roguemos pues al Señor que infunda en nosotros esa sabiduría que nos permita discernir claramente cuando nos estamos excediendo y que pensemos en que los demás también pueden necesitar de aquello que nosotros tenemos o usamos en demasía.

Oración Comunitaria:
Solicita María Josefina Rojas Zegers de Morales, desde Santiago de Chile, por su esposo quien está siendo tratado de un cáncer. Para que por intermedio de Lucía de Fátima, Dios le conceda el milagro de su curación. Oremos al Señor para que se haga su Voluntad, un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

viernes, 27 de julio de 2012

XIII-068 La Espada de dolor


LA ESPADA DE DOLOR.

Tal como les ofrecí en la Meditación sobre Santa Brígida, estoy pasando al computador las famosas Quince Oraciones de Santa Brígida que son para rezarlas diariamente durante un año y también pueden usarse en sustitución de las Oraciones del Vía Crucis que se reza los viernes por la tarde para poder enviarlas a quienes las soliciten.

A medida que vamos leyendo cada una de las descripciones de la Pasión que a la Santa les fueron reveladas por Nuestro Señor, es consecuencia inevitable que una lágrima se asome a nuestros ojos. Cuanta maldad, cuanta tortura, cuanto ensañamiento contra aquel ser que había sido toda bondad, toda misericordia, todo compasión, contra aquella dulzura que había sido vida y virtud plena.

No son solamente los dolores físicos que ya de por si fueron increíblemente atroces, hasta el punto de que desde la cima de la cabeza hasta la planta de los pies no había ninguna parte de su cuerpo exenta de tormentos, sino también la tristeza y la angustia que le produjeron la traición de sus propios seguidores, la del pueblo escogido por Dios desde lo más antiguo, liberado y enaltecido a través de los siglos, todo eso le causaba una amargura tan grande en su alma que le hizo exclamar “Mi alma está triste hasta la muerte”.

Está también presente el dolor inmenso de su Santísima Madre que le acompañó durante todo aquel Calvario de dolor, con el corazón traspasado por una “Espada de Dolor” como lo predijera aquel hombre piadoso llamado Simeón, cuando el Niño Jesús fuera presentado en el Templo, treinta y tres años antes de la Pasión de Cristo.

En contraste con toda esta escena de dolor, de furor, de crueldad, están las palabras del Divino Salvador en medio de tantos sufrimientos, pidiendo perdón por todos aquellos que lo habían maltratado, insultado y clavado en aquel madero: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”(Lc 23, 34), perdonando los pecados de aquel ladrón arrepentido: “Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”(Lc 24, 43), entregándonos a su Madre como Madre Nuestra “He ahí a tu Madre”( Jn 19, 27 ) y entregándose a si mismo al Padre en el último suspiro: “Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu” (Lc 24, 46).

Contemplar el sufrimiento de aquel que fue Espejo de la Verdad y Vínculo de la Caridad, durante su Pasión y Muerte nos hace ver la mezquindad de nuestros sentimientos al pretender que nuestros dolores y malestares fueran tan tremendos que no pudiéramos resistirlos, Jesucristo cayó tres veces durante su camino al Gólgota y tres veces se levantó y siguió adelante hasta concluir su misión y exclamar “Todo está consumado”(Jn 19, 30). Pidámosle al Señor que nos de la fortaleza para seguir adelante, para que nos conforte y nos socorra en nuestras angustias y necesidades y para que al final de nuestra vida podamos merecer su Paraíso y alabarlo para siempre en el Cielo.

Que la paz de Cristo reine en tu alma, te deseo un feliz fin de semana, recuerda el rezo del Rosario en familia y la Misa Dominical.

miércoles, 25 de julio de 2012

XIII-067 Amor y Sufrimiento



AMOR Y SUFRIMIENTO.

Estoy incursionando en Facebook, enviando mensajes cortos, pequeñas jaculatorias y oraciones, acompañadas de fotos o imágenes que sirvan también para mejorar la espiritualidad de las personas e incentivar su amor por Dios y las almas, los que quieran pueden buscarme allí y participar de esta variante de la comunicación.

Por cierto, he notado allí que hay mucha gente que menciona el amor en sus mensajes pero siempre como algo externo, algo que no está dentro de su corazón, y los que lo hacen lo mencionan con cierto dejo de rencor por el daño que les ha causado, lo digo porque hice una prueba e invité a hablar acerca del tema, enviando casi simultáneamente una docena de mensajes y fueron poquísimos los comentarios de respuesta, lo que me indujo a reflexionar al respecto y he llegado a la conclusión siguiente: 1) Los seres humanos de hoy en día no quieren nada que los haga sufrir, prefieren todo aquello que les divierta, que les cause placer y alegría. 2) El amor implica sufrimiento, porque amor y dolor constituyen dos caras de una misma realidad, el que ama verdaderamente tiene que sufrir por el ser amado. Cristo nos demostró su amor a través de su sufrimiento en la Cruz. El marido y la mujer que se casan deben renunciar a muchas cosas para poder ser fieles el uno al otro.

De allí que el hombre y la mujer de hoy le teman al amor verdadero, le huyen sin darse cuenta, con tal de no tener que sufrir, de no tener que sacrificarse, de no tener que renunciar a otras cosas que le son muy queridas. Las parejas se unen en concubinato para que no exista un compromiso formal entre ellas y puedan fácilmente renunciar en cualquier momento a su vínculo que ya no es un vínculo de amor sino de placer.

Contemplando a Jesús crucificado comprendemos mejor lo que significa el amor, es una fusión entre amor y sufrimiento, viéndolo clavado en ese madero es que nos damos cuenta del amor tan grande que nos tiene, si en la Cruz no hubiera amor sería una torpeza, una falta de inteligencia y sabemos que Dios es sabiduría que en El no existe el error. Nos dice San Pablo en su carta a los Corintios: “La Cruz es escándalo para los judíos, locura para los griegos, pero para los que Dios ha llamado, judíos o griegos, este Mesías es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.” ( 1 Cor 1, 23-24 )

Vamos a pedirle a Dios que nos ayude a vivir el mandamiento del amor que no le tengamos miedo al sufrimiento que nos pueda causar que nos permita seguir el camino de la caridad, que nos de un corazón valiente y generoso, auténtico como el suyo para que podamos sembrar semillas de amor en nuestra familia, en nuestras amistades y nuestro trabajo, que nos de la decisión de amar.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

lunes, 23 de julio de 2012

XIII-066 Santa Brígida de Suecia



SANTA BRIGIDA DE SUECIA.

Dice Jesús: “Yo les he dado tu mensaje y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo sino que los defiendas del maligno.” ( Jn 17, 14-15). Esas palabras, dichas en una oración al Padre antes de los sucesos de la Pasión y referidas a los apóstoles, sus seguidores, parecen tener también un sentido profético cuando estudiamos la vida de los santos y conocemos el rechazo del que fueron objeto durante sus vidas.

Es el caso de Santa Brígida de Suecia, de quien celebra la Iglesia hoy su día, y de la cual conocemos sus famosas quince oraciones que se deben rezar diariamente durante todo un año para obtener los privilegios que ofreciera Nuestro Señor a la Santa, entre los cuales están la de librar su alma de una muerte repentina y de la muerte eterna y de poder obtener en esta vida todo cuanto le pidiere a Dios y a la Santísima Virgen. Esta santa tuvo durante su vida un sinnúmero de revelaciones del cielo, es decir el “mensaje” del que habla Jesús en aquella oración, tantos que esto le ganó el odio y la burla de muchos en este mundo, pero el Señor atendiendo al pedimento de su Hijo la defendió del maligno y permitió que se le reconociera como santa en los altares de la Iglesia.

La vida de Santa Brígida es muy extensa y apasionante, ella nació en 1303 y fue de aquellos santos que “nacen”, de los que hablábamos en reciente meditación, pues desde su nacimiento hubo una revelación de la Santísima Virgen al sacerdote que oraba por un feliz parto, en la cual le decía: “Una niña ha nacido en Birger y se oirá su voz por todo el mundo.” Estas palabras se cumplieron en vida de la Santa y se siguen cumpliendo hoy en día a mas de 700 años después, cuando muchas personas piadosas en todo el mundo rezan aquellas inspiradas oraciones.

La Pasión de Jesús fue el centro de la vida espiritual de Santa Brígida, desde que cuando tenía apenas diez años veía al Señor clavado en la cruz y éste le habló diciéndole “Mira en que estado estoy, hija mía.” Y la niña le preguntó “¿Quién os ha hecho eso, Señor? Y Cristo le dijo: “Los que me desprecian y se burlan de mi amor”, a partir de ese momento siente la necesidad de centrar su atención en los detalles del sufrimiento de Cristo durante su Pasión y Muerte, todo lo cual se le irá revelando durante su vida.

Brígida casó a los catorce años con Ulf Gudmarsson, un Señor feudal que era cuatro años mayor que ella, tuvieron ocho hijos, entre las cuales surge otra santa que es Santa Catalina de Suecia, estuvo casada durante 28 años, vivió un tiempo en la corte del Rey Magno II, donde comenzó a recibir las revelaciones y profecías sobre diversas materias, desde cuestiones sencillas hasta cuestiones de alta política internacional, luego de enviudar y de tener graves problemas familiares entre ellos la muerte de su menor hijo, vive una vida totalmente distinta, abandona los vestidos lujosos y se dedica a la penitencia, usando solo una burda túnica ceñida y amarrada con una cuerda.

A los que no tengan las oraciones de Santa Brigida les ofrezco copiarlas y enviárselas tan pronto estén listas.

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

viernes, 20 de julio de 2012

XIII-065 Seamos niños pequeños ante Dios



SEAMOS NIÑOS PEQUEÑOS ANTE DIOS.

Dios es nuestro Creador, él nos hizo, somos sus criaturas, por eso siempre seremos niños pequeños ante El. Nuestro Dios es eterno, existe desde siempre, de manera que ¿cómo puede alguien sentirse adulto en su presencia?, por el contrario nuestra actitud ante El debería ser siempre como la de niños ante su padre y es que El nos quiere así, sencillos, inocentes, cándidos, impacientes, ávidos de su ternura y de su amor. Si leemos las palabras de Jesús siempre encontraremos ese trato del padre ante sus hijos y esa preferencia por los niños y las pequeñas criaturas: “Dejad que los niños vengan a mi y no los estorbéis”.

Sin embargo, el hombre padece de una enfermedad que se llama soberbia, un orgullo desmedido que lo hace sentirse superior a los demás, mirar con altivez y desprecio a los que lo rodean, yo soy más que tú, yo sé más que tú, yo tengo más poder y sé lo que hago,  y por lo tanto quien tiene la razón en todo soy yo, esa enfermedad lleva en su etapa más aguda a sentirse adulto en la presencia de Dios, a tratarle de tú a tú y hasta tratar de orientar sus decisiones en nuestro favor con razonamientos humanos, o a sentirse autosuficiente y pensar en prescindir de El, ¡que insensatez!.

“Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos y declaró: “En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ese será el más grande en el Reino de los Cielos Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mi me recibe.” (Mt 18, 2-5)
Dejemos de lado cualquier rasgo de soberbia de vanidad y de amor propio, apartemos de nosotros la arrogancia que nos hace despreciar a los demás y vamos a cambiar como lo quiere Dios, vamos a desprendernos de todo lo que signifique orgullo, poder y prepotencia, vamos a ser
de nuevo niños en los brazos del Padre, para sentir su mirada tierna y sentirnos abrigados en su regazo paterno, como el niño Jesús se sintió en los brazos de San José.
Que la humildad sea nuestro único triunfo, a su lado sentiremos calor de vida y paz, que El sea nuestra fuerza y la luz de nuestros caminos y vamos a trabajar y colaborar en cualquier obra en favor de los niños que es a lo que se refiere Jesús en sus palabras cuando dice “el que recibe en mi nombre a un niño como éste”, hagámonos niños pequeños ante Dios y podremos entrar en el Reino de los Cielos.

Oración Comunitaria:
Solicita María Blanca desde Lima, Perú, por el pequeño Humberto de 13 años que intentó suicidarse y está en coma internado en un hospital. Recemos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en familia y la misa dominical.

miércoles, 18 de julio de 2012

XIII-064 ¿Los santos nacen o se hacen?



¿LOS SANTOS NACEN O SE HACEN?

Una de las lecturas más bellas, más provechosas y más recomendables que existen es la Vida de los Santos, siempre encontraremos en ellos ejemplos a seguir, ideas sanas, comportamientos adecuados y muestras del gran amor de Dios por sus criaturas. La vida de cada santo tiene muchas facetas que lo caracterizan y que lo hacen único, pero a la vez encontramos un conjunto de coincidencias entre unos y otros como son la practica de las virtudes, la oración, la perseverancia, la intransigencia con el pecado, el amor a Cristo, a su Iglesia y a la Virgen Santísima en los que coinciden todos, los hay de todas las edades, de todos los estratos sociales, desde los más humildes hasta Papas y Reyes, existen algunos que parecen haber nacido para ser santos y otros por el contrario han vivido una primera etapa alejados de la santidad y luego de su conversión inician su vida de santidad, de allí surge la pregunta con la que titulamos esta meditación ¿los santos nacen o se hacen?.
En efecto, cuando leemos la vida de algunos santos observamos que aún en su más tierna edad tienen manifestaciones y encuentros místicos que nos hacen pensar en que nacieron para ser santos y que la mano de Dios está con ellos desde su llegada a este mundo, por eso decimos que aquella persona nació para ser santa, pero también encontramos muchos casos como San Pablo, San Agustín y hasta el propio San Francisco en los que ni en su infancia ni en su juventud llevaron una vida de santidad pero que luego sufren un proceso de conversión que los lleva por el camino de seguimiento a Jesús y a la santidad.

La verdad es que Dios nos quiere a todos santos, su Iglesia es santa porque Dios santísimo es su autor y Cristo se ha entregado a si mismo por ella, para santificarla y hacerla santificante y el Espíritu Santo la vivifica con la caridad. Por lo tanto, una vez que somos bautizados e incorporados a la Iglesia de Cristo, nuestra vocación y el fin de toda nuestra actividad debe ser a la santidad, para ello contamos con el ejemplo de la Virgen María y de los muchos santos que ha habido en nuestra Iglesia que es fuente de santidad y que nos suple con los sacramentos, los medios de salvación.

Poco importa que hayamos vivido una vida de pecado o de indiferencia a las cosas de Dios, si en un momento dado olvidamos todo aquello, nos convertimos y nos purificamos, enderezando nuestro camino para seguir a Cristo en el camino que nos lleva al Padre. Como ocurre en la parábola de los dos hijos a quienes el Padre los mandó ir a trabajar a la viña y uno dijo que no pero al final se arrepintió y fue, en tanto que el otro dijo que si pero no fue. Jesucristo pregunta “¿cuál de los dos hizo lo que quería el padre?” (Mt 21, 31) desde luego que el primero, a pesar de que su actitud inicial era negativa, lo mismo ocurre con nuestras vidas, Dios nos está llamando por diferentes vías, acudamos a su llamado, dejemos atrás ese pasado que nos avergüenza e iniciemos una nueva vida, alegrémonos bendiciendo a Dios que nos hace partícipes de su vida.

Oración Comunitaria:
Solicita Lourdes Seleme por la Sra. Hilda Vásquez de Méndez, de 89 años, quien está hospitalizada por complicaciones de su Diabetes, para que el Señor por intercesión de la Virgen de Coromoto le conceda la salud. Recemos un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti  y toda tu familia y permanezca siempre.

viernes, 13 de julio de 2012

XIII-063 El Gran Viaje de la Familia.



EL GRAN VIAJE DE LA FAMILIA.

La gran prueba que pone Dios al hombre en esta vida consiste en la vida en familia, todos provenimos de un grupo familiar y estamos llamados a constituir un nuevo grupo, heredero del anterior que sepa afrontar unido los triunfos y las derrotas, los momentos de alegría y los de sufrimiento, para ello se requiere discernimiento, sabiduría, esperanza y sobre todo confiar en la presencia de Dios en todas las decisiones que habremos de tomar, es un camino largo que requiere de fidelidad y perseverancia, es como un gran viaje, el Gran Viaje de la Familia.

El ejemplo que nos pone Dios para seguir es la Sagrada Familia de Nazaret, una familia de apenas tres personas, el Padre, la Madre y el Hijo; San José, la Santísima Virgen María y el Niño Jesús, cimentados en la fe y la obediencia a Dios. La fe requiere sacrificios y es por ello que los primeros gestos que nos muestra la Sagrada Escritura sobre la vida de esta familia manifiestan esta actitud: “Después de marchar los Magos, el Angel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.” José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre y partió hacia Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes.” (Mt 2, 13-15).

El viaje de la Sagrada Familia de Nazaret a Egipto nos simboliza el hecho universal del gran viaje que toda familia debe emprender desde su formación, un viaje hacia la madurez, el viaje que conlleva engendrar los hijos, educarlos, alimentarlos, ayudarlos en sus dificultades y brindarles el cuido y la seguridad que requiere todo el grupo, llevando siempre una vida justa y de buenas relaciones interfamiliares. En ese largo viaje los padres juegan el papel más importante porque de ellos depende la unidad de la familia, de ellos dependen las relaciones positivas que se generen entre unos y otros, procurando evitar los roces y las discordias y protegerles de las insidias y peligros. Si es necesario dejarlo todo y mudarse a otro sitio, a otro país y ello es por el bien de la familia hay que hacerlo con fe y esperanza en un mundo mejor.

Por eso el matrimonio debe construirse sobre una base firme, las palabras  que comprometen a la fidelidad de la pareja deben hacerse delante de Dios, ante la comunidad de los familiares y amigos, con la claridad y transparencia del día, el Sacramento del Matrimonio es algo serio, es el comienzo de un Gran Viaje, no se puede tomar a la ligera porque de ser así está predestinado al fracaso, formar un hogar requiere de claridad de pensamiento y de objetivos. Desde luego que la familia no es eterna, llegará el día en que los hijos adultos deberán a su vez formar nuevas familias para dar continuidad a la vida, es el final del viaje, que felicidad poder llegar a ese momento con la frente en alto y con la alegría de haber cumplido a cabalidad con la voluntad de Dios.

Que la paz de Cristo inunde tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en Familia y la Misa Dominical.

miércoles, 11 de julio de 2012

XIII-062 No sabemos el día ni la hora



NO SABEMOS EL DIA NI LA HORA.

Hace pocos días vi por televisión la noticia de la muerte de un Jockey de apellido Herrera, en una pista de carreras de Norte América, me hizo recordar que hace muchos años, en 1975 tuvimos aquí en Venezuela un caso similar con uno de los mejores jinetes chilenos que ha corrido en nuestro país, se llamaba Juan Eduardo Cruz, “El Negro Cruz”, ganador de varias estadísticas, y es que estos son casos raros a pesar de la peligrosidad que reviste montar un caballo en una pista de carreras. Algo similar ocurre en las carreras de carros, deporte de alto riesgo, recordemos la muerte del campeón mundial de Fórmula Uno, el brasileño Ayrton Senna, en el año 1994 en el Gran Premio de San Marino en Imola, Italia. Los accidentes ocurren en el momento menos esperado, no sabemos el día ni la hora.

Alguien me decía que antes la gente moría en su cama, confortado por sus familiares, recibiendo los santos oleos y el sacramento de la Eucaristía, pero que hoy en día no es así, la gente muere en los hospitales, en una mesa de operaciones o en una cama de hospitalización, rodeado de personas extrañas que no están pendientes de ayudarle espiritualmente a bien morir, y últimamente una gran mayoría muere en las calles, víctimas de la violencia y la inseguridad, lo cierto es que no sabemos el día ni la hora y gracias a Dios que es así porque se dice que una de las mayores angustias que sufren los condenados a muerte es precisamente el saber con precisión el día y la hora en que se cumplirá su sentencia.

Por eso el buen católico debe estar siempre preparado, como dice la parábola de las novias, con las lámparas encendidas y con aceite de repuesto, en otras palabras procurar estar en gracia de Dios, confesado y comulgado, con la conciencia tranquila sin miedo a lo que pueda ocurrir. Pero esto desde luego es muy difícil pues somos pecadores y constantemente estamos cayendo en tentaciones que nos hacen perder la pureza de alma; roguemos a San José que es Patrono de la Buena Muerte para que nos proteja y nos alcance un tránsito similar al suyo que fue en la compañía de Jesús y de la Santísima Virgen María, para ello se reza la Oración de los siete dolores y gozos de San José.

En todo caso es bueno saber que un Acto de Contrición, dicho antes de morir, nos alcanza el perdón de Dios, pero hay que distinguir entre un Acto de Contrición que es el que se dice por amor, con dolor profundo de haber ofendido a Dios y no por miedo a la muerte, hemos de pedirle a Dios perdón porque le amamos, por ejemplo una fórmula rápida para en caso de que no tengamos tiempo de hacer una larga oración es decir “Dios mío, perdóname”, porque cuando decimos “Dios mío” estamos diciéndole a Dios que le amamos y porque le amamos estamos arrepentidos de haberle ofendido con nuestros pecados, por eso le pedimos que nos perdone, practiquemos a diario esta jaculatoria que es de mucho valor, “Dios mío, perdóname”.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

lunes, 9 de julio de 2012

XIII-061 Estemos siempre en la presencia de Dios.



ESTEMOS SIEMPRE EN LA PRESENCIA DE DIOS.

Dios está en todas partes, bastaría con que diéramos una mirada a nuestro alrededor para descubrirlo, cuando contemplamos la naturaleza, por ejemplo, y vemos aquel paisaje lleno de majestuosidad y belleza, cuando observamos al horizonte y llenamos nuestros ojos de inmensidad, de colorido en un atardecer, cuando vemos el arcoíris que nos muestra su gama de colores y guarda el secreto de su comienzo y de su final, cuando percibimos la fragancia de las flores, el murmullo de aquel arroyuelo que parece rezar calladamente y va presuroso hacia el mar, todo nos habla de Dios, de su gusto tan exquisito para crear este mundo tan maravilloso.

Las obras del hombre que ha colaborado con Dios en la creación de tantas cosas que nos rodean y que utilizamos a diario, son también manifestación de la presencia de Dios, la música que nos trae alegría y nos sensibiliza en la comprensión de la vida, los hombres y las mujeres que pasan a nuestro lado, todos tienen un rostro diferente y sin embargo todos son semejantes a Dios y los vemos nacer y morir, generación tras generación en un interminable alarde de variedad no solo en sus semblantes sino en su carácter y su propia creatividad, Dios está en todos y en todo.

Que bueno sería que supiésemos aprovechar esta circunstancia y utilizar esta presencia de Dios para mantenernos en permanente contacto con El, sabemos que por medio de la oración podemos comunicarnos y que no está lejos, entonces ¿por qué no hablamos con El durante todo el día? ¿Qué nos impide hacerlo?

Sucede que el hombre ha tratado siempre de separar su vida material de su vida espiritual y piensa que se trata de dos esferas distintas que no tienen relación entre si y en base a ello tiene unas horas para dedicarlas al trabajo y la diversión y otro tiempo para dedicarlo a su vida espiritual a su comunicación con Dios y en la medida en que avanza por ese engañoso sendero va dedicando cada vez más tiempo a lo material y se va olvidando de la presencia de Dios, se olvida hasta de cómo rezar y solo se acuerda en los momentos de angustia o desesperación; cuantos sufrimientos se pudiera haber ahorrado si se diera cuenta de la importancia de estar en la presencia de Dios, de comunicarle a cada momento lo que vamos a hacer, de pedirle su apoyo, su consejo, que nos de la virtud de la esperanza en que todo nos va a salir bien, que nos de el temor de no ofenderle a sabiendas que nunca podemos ocultarnos de sus ojos que nos cuidan como todo Padre cuida a sus pequeños hijos.

San Gregorio Nacianceno decía: “Es necesario acordarse de Dios más a menudo que de respirar.” Aprendamos a vivir en la presencia de Dios, aprendamos a saber preguntarle sobre lo que más nos conviene, aprendamos a saber escuchar sus respuestas y a saber agradecerle su paternidad y su amor infinito, ello nos ayudará a glorificarle con obras de justicia y de misericordia en favor de los más débiles para agradarle y retribuirle su amor hacia nosotros.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

viernes, 6 de julio de 2012

XIII-060 Dios no te salvará sin ti.



DIOS NO TE SALVARA SIN TI.

El título de nuestra Meditación de hoy viene de aquella frase famosa de San Agustín que dice: “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti.” Es decir que el Dios que nos ha creado a todos sin nuestro consentimiento, lo cual es por lógica imposible ya que no existíamos cuando El decidió crearnos, ese mismo Dios no nos salvará sin nuestro consentimiento, porque El nos ha dado plena libertad, libre albedrío, y espera de nosotros que sepamos utilizar ese don que nos ha dado para procurar nuestra salvación, bien sea que vivamos una vida santa, plena de fe y caridad, y por lo tanto El entenderá que nuestro deseo es salvarnos o que como sucede con la gran mayoría de nosotros hayamos pecado, es decir cometido faltas contra Dios, y acudamos con un corazón contrito y arrepentido en busca de su perdón, en ambos casos estamos participando activamente en la búsqueda de nuestra salvación.

Es importante que tengamos claro ese concepto, cada quien debe participar activamente, es decir debe hacer algo, trabajar, por su salvación. ¿Y por qué les digo esto? Porque hay muchos que ponen su confianza en que Dios es muy bueno y El me va a salvar no importa lo que yo haga o deje de hacer, o también se confían en que hay parientes o amigos que llevan una vida de oración y ellos rezarán por mí cuando yo muera y eso me salvará.

Los primeros no están tomando en cuenta las palabras de Jesús en cuanto a cómo será el Juicio Final y las preguntas que el Rey hará (Mt 25) y los segundos, veamos lo que Tomás de Kempis dice en la Imitación de Cristo: “No deposites tu confianza en parientes y amigos, ni difieras para más tarde el cuidado de tu salvación, porque los hombres se olvidarán de ti más pronto de lo que te imaginas. Es preferible prevenir ahora con tiempo y anticipar algunas buenas obras, a esperar la ayuda incierta que puedan prestarte después los demás. Si no te muestras solícito de ti mismo ahora, ¿quién se mostrará interesado por ti después? En el momento actual tienes en tus manos un tiempo sumamente precioso: “estos son los días de salvación; ahora es el tiempo aceptable”. (Esta última frase entre comillas es de la segunda carta de Pablo a los Corintios, Cap 6, 1-2)

La vida en esta tierra es como un tiempo de prueba, Dios quiere saber si nosotros somos capaces de reconocerle y amarle, si es así debemos darle demostraciones de ello mientras estamos vivos, debemos ser partícipes de nuestra salvación y así Dios juzgará si somos merecedores de vivir eternamente. De manera que tenemos que aprovechar el tiempo del modo más útil y enmendar nuestro camino, ya que desconocemos cuánto tiempo viviremos, solo Dios lo sabe, y puede que llegue un tiempo en que quisiéramos tener un día o una hora para enmendarnos y eso no sea posible, ese es el gran riesgo que se corre y que sería tan fácil de evitar.

Vamos pues a pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine y la Santísima Virgen que nos ayude a reconocer estas verdades y a valorarlas en su justa medida, para que cuando llegue el momento tengamos las lámparas encendidas y no haya lugar para el temor en nuestros corazones, sino fe y esperanza en la misericordia de Dios.
Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en familia y la Misa Dominical, que Dios te bendiga.

miércoles, 4 de julio de 2012

XIII-059 Laicos, laicismo y secularismo



LAICOS, LAICISMO Y SECULARISMO.

Comienzo con una noticia para ustedes mis apreciados lectores, a partir de esta semana los “Temas para Meditar” están siendo publicados en la página web Reporte Católico Laico (RCL) que dirige la conocida periodista Macky Arenas, para verlos allí y leer las otras cosas interesantes que contiene esta página, deben hacer clic en el siguiente enlace: www.reportecatolicolaico.com

Mañana jueves 5 de Julio celebra Venezuela el Día de su Independencia, la máxima fecha de nuestro calendario nacional, y recordaba en estos momentos que nuestra Acta de Independencia por la cual siete de las diez provincias que formaban la Capitanía General de Venezuela se declaran independientes del dominio español, comienza diciendo “En el nombre de Dios todo poderoso”, una expresión que se utilizaba mucho hasta hace apenas dos siglos y que reflejaba la estrecha unión que existía entre las cuestiones religiosas y las cuestiones políticas,¿ Por qué se pierde esta unidad? ¿Qué significan el laicismo y el secularismo?
Deberíamos comenzar por aclarar el término Laico, no solo por la noticia que dimos al principio, sino porque es la fuente original de los otros términos y por Laico que proviene del griego laos, pueblo, se entiende a todos aquellos fieles que no han recibido el sacramento del Orden Sacerdotal, es decir que no son sacerdotes, así como todos nosotros, un laico es por lo tanto un fiel que no forma parte del clero o de la jerarquía de la Iglesia, lo que antiguamente se denominaba seglares, palabra que cayó en desuso por ser inexacta e impropia. Los fieles laicos tienen como vocación propia la de buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según Dios, respondiendo así a la llamada a la santidad y al apostolado que se dirige a todos los bautizados. Los laicos tenemos el deber de acoger la Palabra de Dios y anunciarla al mundo con el testimonio de nuestra vida y de la palabra, mediante la evangelización y la catequesis.

Durante la Edad Media la Iglesia llegó a tener un poder que superaba en muchos casos a los Estados mismos, los Reyes y los Emperadores debían ser coronados por las autoridades eclesiásticas, pero a partir de la Revolución Francesa y con la caída temporal de las monarquías, se va operando un proceso de separación entre la autoridad de la Iglesia y la autoridad de los gobernantes y surge entonces el “laicismo” que es una corriente de pensamiento o política de gobierno que favorece la existencia de una sociedad ajena a las confesiones religiosas, el laicismo es un anticlericanismo moderado que persigue la secularización del estado y aquí aparece el otro término que es el “secularismo” es decir la separación entre el estado y la Iglesia. Lo inconveniente de todo este proceso es que se llegue a la posición opuesta a la que había en la Edad Media y el Estado utilice su poder y su fuerza para hostilizar a la Iglesia y tratar de manipularla a su antojo.

Que la paz de Cristo reine en sus corazones y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ustedes y su familia y permanezca siempre.

lunes, 2 de julio de 2012

XIII-058 Católico Ignorante, candidato a Protestante



Ayer precisamente conversaba con unos amigos, recién llegados de Estados Unidos que me hablaban de la intensa campaña de enrolamiento que realizan las Iglesias Evangélicas y Protestantes en ese país, especialmente dirigida hacia la gente que profesa la fe católica, para que abandonen su religión y se sumen a la suya, pareciera que han descubierto la ignorancia de muchos católicos en cuanto a su propia religión y lo consideran como un gran filón de oro que pueden explotar a su antojo, de allí que viniera a mi memoria esta frase conocida “Católico Ignorante, candidato a Protestante”.

En los Estados Unidos han proliferado cientos de Iglesias Protestantes, cada una con ciertas variantes con respecto a las otras, aunque muchas se contradicen entre sí, teniendo como denominador común la búsqueda de la comodidad para la persona que desea afiliarse, es decir que si tú deseas una Iglesia que no te prohíba tal o cual cosa, o que no te limite en tus deseos de vivir como mejor te parezca, según tu propio criterio, seguramente entre tantas vas a conseguir una que se adapte a tu medida, como si se tratara de un par de zapatos o de un traje, algo que te haga sentir bien y hacer todo lo que te plazca sin ningún temor de Dios porque estás cumpliendo con “Tu” religión.

El Católico debe prepararse bien, esto quiere decir leer, estudiar, conocer su religión, no limitarse exclusivamente a los conocimientos adquiridos en la Catequesis previa a la Primera Comunión, muchos de los cuales quizás ya haya olvidado, para que a la hora que lo vengan a conquistar como lo hacen los políticos, con ofertas y promesas de algo mejor, saber responder adecuadamente y respetando las creencias ajenas, saber defender las suyas a las que debe considerar como la auténtica verdad.

Dios ha creado al hombre y le ha dado unos mandamientos, son normas de vida para que viva en sociedad, esas normas no han cambiado nunca, recordemos que cuando Jesús vino al mundo dijo “No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer cosa alguna, sino para llevarla a la forma perfecta. En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice. Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.” (Mt 5, 17-19).
Los mandamientos de Dios no fueron hechos para que el hombre los moldeara a su antojo de acuerdo a su comodidad, sino para que se cumplieran hasta la última coma, la felicidad nuestra debe estar fundada sobre el cumplimiento de esos mandamientos porque ello nos da la certeza de que Dios está complacido con nuestro comportamiento.

Meditemos pues en la necesidad que tenemos de formarnos, de releer el Catecismo, de disfrutar de las lecturas de la Biblia y la Vida de los Santos para salir de nuestra ignorancia religiosa y no caer en un hoyo guiados por otro ciego que prometa guiarnos.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y tu familia y los acompañe siempre.