DIOS NO TE SALVARA SIN TI.
El título de nuestra Meditación de hoy viene de aquella frase famosa de San Agustín que dice: “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti.” Es decir que el Dios que nos ha creado a todos sin nuestro consentimiento, lo cual es por lógica imposible ya que no existíamos cuando El decidió crearnos, ese mismo Dios no nos salvará sin nuestro consentimiento, porque El nos ha dado plena libertad, libre albedrío, y espera de nosotros que sepamos utilizar ese don que nos ha dado para procurar nuestra salvación, bien sea que vivamos una vida santa, plena de fe y caridad, y por lo tanto El entenderá que nuestro deseo es salvarnos o que como sucede con la gran mayoría de nosotros hayamos pecado, es decir cometido faltas contra Dios, y acudamos con un corazón contrito y arrepentido en busca de su perdón, en ambos casos estamos participando activamente en la búsqueda de nuestra salvación.
Es importante que tengamos claro ese concepto, cada quien debe participar activamente, es decir debe hacer algo, trabajar, por su salvación. ¿Y por qué les digo esto? Porque hay muchos que ponen su confianza en que Dios es muy bueno y El me va a salvar no importa lo que yo haga o deje de hacer, o también se confían en que hay parientes o amigos que llevan una vida de oración y ellos rezarán por mí cuando yo muera y eso me salvará.
Los primeros no están tomando en cuenta las palabras de Jesús en cuanto a cómo será el Juicio Final y las preguntas que el Rey hará (Mt 25) y los segundos, veamos lo que Tomás de Kempis dice en la Imitación de Cristo: “No deposites tu confianza en parientes y amigos, ni difieras para más tarde el cuidado de tu salvación, porque los hombres se olvidarán de ti más pronto de lo que te imaginas. Es preferible prevenir ahora con tiempo y anticipar algunas buenas obras, a esperar la ayuda incierta que puedan prestarte después los demás. Si no te muestras solícito de ti mismo ahora, ¿quién se mostrará interesado por ti después? En el momento actual tienes en tus manos un tiempo sumamente precioso: “estos son los días de salvación; ahora es el tiempo aceptable”. (Esta última frase entre comillas es de la segunda carta de Pablo a los Corintios, Cap 6, 1-2)
La vida en esta tierra es como un tiempo de prueba, Dios quiere saber si nosotros somos capaces de reconocerle y amarle, si es así debemos darle demostraciones de ello mientras estamos vivos, debemos ser partícipes de nuestra salvación y así Dios juzgará si somos merecedores de vivir eternamente. De manera que tenemos que aprovechar el tiempo del modo más útil y enmendar nuestro camino, ya que desconocemos cuánto tiempo viviremos, solo Dios lo sabe, y puede que llegue un tiempo en que quisiéramos tener un día o una hora para enmendarnos y eso no sea posible, ese es el gran riesgo que se corre y que sería tan fácil de evitar.
Vamos pues a pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine y la Santísima Virgen que nos ayude a reconocer estas verdades y a valorarlas en su justa medida, para que cuando llegue el momento tengamos las lámparas encendidas y no haya lugar para el temor en nuestros corazones, sino fe y esperanza en la misericordia de Dios.
Gustavo Carías.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en familia y la Misa Dominical, que Dios te bendiga.
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