SANTA BRIGIDA DE SUECIA.
Dice Jesús: “Yo les he dado tu mensaje y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo sino que los defiendas del maligno.” ( Jn 17, 14-15). Esas palabras, dichas en una oración al Padre antes de los sucesos de la Pasión y referidas a los apóstoles, sus seguidores, parecen tener también un sentido profético cuando estudiamos la vida de los santos y conocemos el rechazo del que fueron objeto durante sus vidas.
Es el caso de Santa Brígida de Suecia, de quien celebra la Iglesia hoy su día, y de la cual conocemos sus famosas quince oraciones que se deben rezar diariamente durante todo un año para obtener los privilegios que ofreciera Nuestro Señor a la Santa, entre los cuales están la de librar su alma de una muerte repentina y de la muerte eterna y de poder obtener en esta vida todo cuanto le pidiere a Dios y a la Santísima Virgen. Esta santa tuvo durante su vida un sinnúmero de revelaciones del cielo, es decir el “mensaje” del que habla Jesús en aquella oración, tantos que esto le ganó el odio y la burla de muchos en este mundo, pero el Señor atendiendo al pedimento de su Hijo la defendió del maligno y permitió que se le reconociera como santa en los altares de la Iglesia.
La vida de Santa Brígida es muy extensa y apasionante, ella nació en 1303 y fue de aquellos santos que “nacen”, de los que hablábamos en reciente meditación, pues desde su nacimiento hubo una revelación de la Santísima Virgen al sacerdote que oraba por un feliz parto, en la cual le decía: “Una niña ha nacido en Birger y se oirá su voz por todo el mundo.” Estas palabras se cumplieron en vida de la Santa y se siguen cumpliendo hoy en día a mas de 700 años después, cuando muchas personas piadosas en todo el mundo rezan aquellas inspiradas oraciones.
La Pasión de Jesús fue el centro de la vida espiritual de Santa Brígida, desde que cuando tenía apenas diez años veía al Señor clavado en la cruz y éste le habló diciéndole “Mira en que estado estoy, hija mía.” Y la niña le preguntó “¿Quién os ha hecho eso, Señor? Y Cristo le dijo: “Los que me desprecian y se burlan de mi amor”, a partir de ese momento siente la necesidad de centrar su atención en los detalles del sufrimiento de Cristo durante su Pasión y Muerte, todo lo cual se le irá revelando durante su vida.
Brígida casó a los catorce años con Ulf Gudmarsson, un Señor feudal que era cuatro años mayor que ella, tuvieron ocho hijos, entre las cuales surge otra santa que es Santa Catalina de Suecia, estuvo casada durante 28 años, vivió un tiempo en la corte del Rey Magno II, donde comenzó a recibir las revelaciones y profecías sobre diversas materias, desde cuestiones sencillas hasta cuestiones de alta política internacional, luego de enviudar y de tener graves problemas familiares entre ellos la muerte de su menor hijo, vive una vida totalmente distinta, abandona los vestidos lujosos y se dedica a la penitencia, usando solo una burda túnica ceñida y amarrada con una cuerda.
A los que no tengan las oraciones de Santa Brigida les ofrezco copiarlas y enviárselas tan pronto estén listas.
Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.
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