CARA A CARA CON JESUS.
Habrá un momento en nuestras vidas que se puede considerar como el más importante de todos los momentos vividos, el encuentro Cara a Cara con Jesús. Todos habremos de pasar por ese momento, más tarde o más temprano, solo Dios sabe exactamente el día y la hora. Ese momento ocurre durante la transición de esta vida a la otra, porque nuestro espíritu es inmortal y cuando el cuerpo material al que está adherido fallece, se desprende de él y va a un destino que es definitivo, será como una nueva vida, una vida que puede ser de felicidad eterna o de condenación eterna, todo va a depender de ese encuentro que tengamos Cara a Cara con Jesús.
Hay quienes no creen en esto pero es una verdad, una verdad que nos fue revelada por Cristo mismo. Son muchos los pasajes de la Biblia en los que Jesús hace referencia a la Vida Eterna, por citar uno cualquiera, veamos lo que nos dice el Evangelio de San Juan en el Capítulo sexto, Jesús dice: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.” (Jn 6, 51), y más adelante agrega: “El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.” (Jn 6, 54).
Jesús nos invita a recibirlo en la Eucaristía y nos dice que ese pedacito de pan que recibimos en la Comunión, una vez consagrado durante la Misa, es en realidad su cuerpo y su sangre y nos promete la vida eterna si lo recibimos durante nuestra vida. Para recibirlo dignamente es necesario primero limpiar nuestra alma de los pecados cometidos, mediante la confesión, hacer el propósito de enmienda, es decir llevar una vida correcta, transparente, llena de fe y adornada con obras de caridad, que nos permita poder levantar nuestros ojos en el momento de estar Cara a Cara con el Maestro, de lo contrario nos veremos avergonzados y ni siquiera podríamos levantar nuestra mirada hacia su rostro.
Meditemos en ese momento, estamos a tiempo, y pidámosle al Señor que nos ayude para que consigamos aprobar ese examen que será el definitivo, que tenga piedad de nosotros en ese momento, e invoquemos también la ayuda de la Santísima Virgen para que nos lleve de la mano y nos alumbre el camino hacia ese encuentro Cara a Cara con su amadísimo Hijo, que no sea para nosotros un momento temido, sino deseado y esperado con ansiedad.
ORACION COMUNITARIA: Les ruego una oración por el descanso del alma de mi ahijado Enrique Díaz Barrios, quien acaba de fallecer.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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