LA SIERVA DEL SEÑOR ( Parte II )
Como les decía en la Meditación anterior, el próximo domingo conmemoramos el séptimo Aniversario de la partida de María Esperanza y como homenaje a su memoria estamos haciendo un breve recuento de su biografía. A partir del próximo jueves los miembros de la Fundación tendremos un corto retiro espiritual en Betania, previo a los actos del domingo y que servirá al mismo tiempo para atender a la peregrinación de jóvenes y sacerdotes que han venido de New Jersey para estar presentes en el Aniversario.
La adolescencia y juventud de María Esperanza estuvo plagada de sufrimientos por las enfermedades que la aquejaron y que la tuvieron varias veces al borde de la muerte, primero fue una Neumonía que sufrió ya estando en Caracas a los doce años de edad y que fuera ocasión para que se sucediera la primera aparición de la Virgen Santísima, bajo la advocación de la Virgen del Valle, la Virgen le dijo que la salvaría para que la ayudara a salvar almas en este mundo. “Está el ojo del Señor sobre los que le temen, y sobre los que esperan en su amor, para arrancar sus vidas de la muerte y darles vida” (Sal 33, 18-19).
La vida de María Esperanza durante su temprana juventud transcurre en Caracas, se levanta cada día a las 4 am y comienza sus oraciones, asiste a la misa de 6 am., en la Santa Capilla, y va creciendo espiritualmente en el amor a Dios y a la Santísima Virgen, con este propósito se hace terciaria franciscana a los 14 años y estudia secretariado para comenzar a trabajar y ayudar a su madre que pobremente vivía de la costura.
La segunda gravedad de María Esperanza ocurre a los diecinueve años, esta vez es el corazón que la aqueja, pero los médicos no aciertan a definir claramente la enfermedad para tratarla adecuadamente y de nuevo cae en una postración que angustia a su madre y a toda su familia, dejó de comer alimentos sólidos y fue adelgazando, pero siempre recibe en su casa la Sagrada Comunión diariamente. Habían transcurrido seis meses de esta enfermedad cuando María Esperanza recibe su primer mensaje del cielo, es el Sagrado Corazón de Jesús quien le ofrece su sanación y le profetiza su misión de salvar almas.
A partir de su recuperación María Esperanza recibirá continuamente mensajes celestiales, no solo de la Virgen sino de muchos santos y protectores que la guían y la orientan en su misión, entre ellas la Madre Cabrini, Patrona de los Inmigrantes, cuyo cuerpo está incorrupto en la Ciudad de Nueva York, la inspira a visitar a los enfermos en los hospitales y a llevar comida a la gente pobre y humilde que vive bajo los puentes de Caracas, semanalmente ella dispone su tiempo para lograr cumplir este noble cometido de caridad, en estas misiones María Esperanza se hace acompañar de otras jóvenes amigas y ella se viste de negro al igual que como vestía la Madre Cabrini. “Bendeciré al Señor en todo tiempo, no cesará mi boca de alabarlo. Mi alma se gloría en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren.” (Sal 34, 2-3).
A partir de su recuperación María Esperanza recibirá continuamente mensajes celestiales, no solo de la Virgen sino de muchos santos y protectores que la guían y la orientan en su misión, entre ellas la Madre Cabrini, Patrona de los Inmigrantes, cuyo cuerpo está incorrupto en la Ciudad de Nueva York, la inspira a visitar a los enfermos en los hospitales y a llevar comida a la gente pobre y humilde que vive bajo los puentes de Caracas, semanalmente ella dispone su tiempo para lograr cumplir este noble cometido de caridad, en estas misiones María Esperanza se hace acompañar de otras jóvenes amigas y ella se viste de negro al igual que como vestía la Madre Cabrini. “Bendeciré al Señor en todo tiempo, no cesará mi boca de alabarlo. Mi alma se gloría en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren.” (Sal 34, 2-3).
En esta época María Esperanza conoce a Monseñor Juan José Bernal quien es nombrado Obispo de Ciudad Bolívar y que se convierte en su director espiritual, él alaba la labor incansable de María Esperanza y asegura que: “Esta jovencita fue capaz de conquistar en poco tiempo más almas en mi diócesis que las que yo había logrado en todos mis años de sacerdote”. (Continuará)
Oración Comunitaria: Vamos a pedir hoy por la salud del padre de nuestro amigo Richard Caballero, quien se encuentra hospitalizado en la Ciudad de Porlamar, Estado Nueva Esparta. Pedimos la intercesión de la Sierva de Dios María Esperanza, para que el Señor en su infinita misericordia sane del cuerpo y del alma a este servidor suyo, padre de nuestro amigo, y le permita, si es su voluntad, continuar su misión terrenal. (Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares.
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