miércoles, 24 de agosto de 2011

XII-089 ¿Qué sentido tiene mi vida?


¿Qué SENTIDO TIENE MI VIDA?

Te has hecho alguna vez esta pregunta: ¿Qué sentido tiene mi vida? Intenta responderla, seguramente te la has hecho al ver el final de la vida de otros y hacer como una especie de balance de lo realizado por esa persona durante su vida, no me vayas a decir que no tienes tiempo para responderla, solo te tomará unos minutos.


Sin embargo, son muchos los que viven envueltos en una rutina diaria de levantarse, ir a trabajar o estudiar, comer y volverse a acostar, cuando llegue la hora de sacar cuentas, surgirán las preguntas ¿qué hice en todo este tiempo? ¿Valió la pena haber vivido? Si piensas que la respuesta puede llegar a ser triste en ese momento, es mejor que te preocupes en responder ahora mismo, cuando todavía hay tiempo de rectificar.

También es probable que hayas tenido sueños, pensar en logros futuros, graduarte, ser un exitoso profesional, o casarte y formar una familia, todo eso está muy bien, pero es eso lo más importante? Recuerda que no se puede lograr todo al mismo tiempo, nuestras metas tienen que ser razonables, con los pies sobre la tierra y tienen que estar claras, exactas como una brújula, en nuestra mente, para no desviarnos en medio de la vorágine del mundo.


El evangelio nos trae un episodio que es muy ejemplarizante para lo que quiero explicarles, el encuentro de Jesús en aquella casa de Betania con Marta y María, las hermanas de Lázaro, cuando Jesús entró en aquella casa, María se echó a sus pies y se dispuso a oír su palabra, en tanto Marta se puso a preparar la comida y a arreglar la casa, llegado un momento en que agobiada por el trabajo, Marta se sintió cansada sin que su hermana la ayudara, se quejó con Jesús y le dijo: Señor ¿no te importa que mi hermana no me ayude con todo este trabajo? Y sorpresivamente para Marta, Jesús le respondió con mucho cariño: “Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas, una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte que no le será quitada.” (Lc 10, 38)

En el ejemplo Marta es la forma de vivir de muchas personas, ocupadas en mil cosas sin darse cuenta que una sola es necesaria, el trajinar diario no les deja ver la meta, distrayendo su tiempo en cosas que cree necesarias sin serlo y así van pasando los días, los meses y los años y de ese vivir diario es de donde surgen las excusas consabidas: “No tengo tiempo para leer la meditación”; “No tengo tiempo para rezar”: “Estoy muy cansado, no puedo ponerme a eso” “El domingo es para descansar no para ir a misa” que se podrían resumir en una sola “No tengo tiempo para Dios”.


La paz verdadera comienza por la paz del espíritu, eres una criatura de Dios, deberías estar orgulloso de ello, agradecido al Creador, es Cristo quien da sentido a la vida y las necedades del día a día no pueden estar por encima de eso, acércate a Jesús, ponte a sus pies y escucha su palabra, habrás escogido la mejor parte y te darás cuenta que la vida si tiene sentido y que vale la pena vivirla.

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares.

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