viernes, 12 de agosto de 2011

XII-084 Construyamos el Perdón


CONSTRUYAMOS EL PERDON.

Nuestro Señor Jesucristo nos pide que perdonemos a aquellos que nos han ofendido, a aquellos que nos han hecho algún mal, a aquellos que son nuestros enemigos, incluso en la oración del Padre Nuestro nos pone como condición perdonar a nuestros deudores para que Dios nos otorgue a su vez su perdón. Pero ese perdón tiene que ser verdadero, no puede ser simplemente de la boca para afuera, tiene que ser real y para que una cosa sea realidad hay que construirla, hay que hacerla, es por eso que debemos construir el perdón.

¿Cómo se construye el perdón? El perdón se construye haciendo algo que manifieste ante Dios el hecho de que hemos perdonado, una oración, un gesto, una bendición, devolver el bien por el mal. El mayor gesto de perdón nos lo dio Jesús en la Cruz cuando le pidió al Padre: “¡Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen!” ( Lc 23, 34 ) a todos aquellos que lo habían torturado, que lo habían clavado en aquel madero y en ese momento lo insultaban y lo maldecían. Nosotros también podemos construir el perdón rogando al Padre por aquellos que nos han ofendido, diciendo: Padre yo los perdono, dales tu bendición y derrama tus gracias sobre ellos.

Otro gesto inmenso de perdón fue el que nos dio el Beato Juan Pablo II, Papa, cuando en 1982 fue a visitar a la cárcel a Alí Agka, quien se encontraba preso por haber atentado contra la vida del Papa el año anterior en la Plaza de San Pedro del Vaticano y a aquel que lo había abaleado lo perdonó ante el mundo entero, para darnos ejemplo de lo que debe ser el verdadero seguidor de las pisadas de Cristo, allí el Papa construyó el perdón.

Devolvamos bien por mal, bendigamos a los que nos insultan y hablan mal de nosotros, roguemos por nuestros enemigos y estaremos construyendo el perdón, estaremos viviendo el perdón con el corazón, nada ganamos con preservar odios o resentimientos en nuestro interior, por el contrario eso envenena el alma y la hace pobre y miserable, incapaz de elevados sentimientos.

Cuando nosotros faltamos a los mandamientos de Dios, rogamos al Padre que nos perdone y como deseamos que abra sus brazos y nos acoja como sus hijos, como el pastor que encuentra la oveja perdida, como el Padre que recibe al hijo pródigo y le ofrece lo mejor de su casa para recibirlo, así también debe ser nuestro perdón a los que nos han ofendido, sin reservas, con amplitud, sin ningún tipo de rencores, olvidando lo pasado.

Vamos a proponernos a construir el perdón y seguro estoy que lo lograremos y nos sentiremos realmente felices.

Que tengan un feliz fin de semana, no olviden la Misa del domingo y el rezo del Rosario en familia, ruego a Dios que les bendiga y les otorgue la paz en todos sus hogares

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