LA ORACION MAS GRANDE.
A Dios nos podemos dirigir de muy diversas maneras, desde la más sencilla que es la Jaculatoria, pasando por nuestras propias palabras y por palabras bellas escritas por otros o dictadas por el mismo Dios como el Padre Nuestro, hasta las oraciones comunitarias en las que participamos juntamente con otras personas, como el Santo Rosario y la máxima oración, la más grande de todas que es la Santa Misa, la Eucaristía.
La Sierva de Dios María Esperanza redactó durante su vida, por inspiración divina, muchas oraciones, un buen número de ellas fueron recopiladas por la Fundación Betania en el libro “El Puntal de Luz”, publicado con la aprobación del Obispo actual de Los Teques, Mons. Freddy Fuenmayor, algunas son jaculatorias, otras más elaboradas hechas especialmente para situaciones específicas que se presentan a menudo en nuestras vidas, por ejemplo hay una jaculatoria al Padre que dice: “Dios vivo y palpitante, palpita en mi corazón”( Esta es para evitar los peligros) otra dice: “Dios mío y Señor mío, Tú eres mi Dios” (Para que nada pueda rozarnos).
De las Jaculatorias pasamos a las oraciones completas como El Padre Nuestro que fue enseñado por el propio Jesús a sus apóstoles, el Ave María que es una recopilación de frases bíblicas relacionadas con la Virgen Santísima y tantas otras que han sido redactadas por santos, beatos, venerables y siervos de Dios.
Después en orden ascendente están las oraciones comunitarias que son para rezarlas entre dos o mas personas, atendiendo al llamado de Jesús que ofreció estar presente cuando dos o mas personas rezaran e hicieran peticiones en su nombre, es el caso del Santo Rosario que siendo una oración mariana es a la vez cristológica porque recuerda en sus misterios la vida de Nuestro Salvador.
Hasta llegar a la mayor de todas que es la Santa Misa, ofrecida por el pueblo de Dios en unión del Papa y del Obispo, para recordar el sacrificio de Jesús por la salvación del mundo, en la que pedimos perdón por nuestros pecados, escuchamos la palabra de Dios, revivimos de manera incruenta el sacrificio del Calvario y el Cuerpo de Jesús se hace presente para servirnos de alimento a nuestras almas y fortalecer nuestra fe. Dice el Cardenal Van Thuan: “Así como el sol resplandece difundiendo su luz, la Eucaristía es la luz y la fuente de la cual emana la vida espiritual de la humanidad y la concordia entre las naciones.”
Y dice Jesús: “El pan que yo os daré es mi carne para la vida del mundo.” (Jn 6, 51). Procuremos asistir con frecuencia, si es posible diaria, a la Santa Misa y comamos de ese pan bajado del cielo que generosamente el Señor nos ofrece en la Eucaristía.
Oraciones Comunitarias: 1) Solicita Jesús Andreu por sus amigos José Silva y Amador Octavio que se encuentran enfermos. 2) Solicita Patty Oropeza, desde Guanare, Edo. Portuguesa, Venezuela, por la salud de Tato Barreto quien se encuentra en terapia intensiva después de sufrir un accidente automovilístico. 3) Solicita Ana María Solís por la niña María José Zuñiga de 11 años quien tiene un tumor en el cerebro y requiere de una intervención quirúrgica, y 4) Por el descanso eterno del alma de José Duarte, esposo de María José de Duarte y padre de Nelson Duarte, compañeros de la Fundación Betania. Pidamos al Señor por todas estas intenciones y recemos con fe un Padre Nuestro un Ave María y un Gloria.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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