LA FAMILIA, ESPERANZA DE LA HUMANIDAD.
Vamos a tomar como punto de partida para nuestra Meditación de hoy una frase de la Sierva de Dios, María Esperanza, que se utilizó como emblema en las franelas de la Fundación Betania hace ya cinco años, cuando asistimos al V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, España.
A menudo nos encontramos con expresiones como: "El mundo está perdido", "Que desastre, adonde vamos a parar", como un dejo de desconsuelo por todos los valores que se han ido perdiendo a través de los años y que han causado el resquebrajamiento de la sociedad en que vivimos. En medio de este caos social surge como una gran esperanza la Familia, la reconstrucción y consolidación de esa célula básica de la sociedad.
Esa reconstrucción debe partir del amor y el respeto entre los integrantes de los núcleos familiares. En el líbro del Exodo leemos el cuarto mandamiento que dice "Honra a tu padre y a tu madre: así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a dar."(Ex 20, 12) La unión de las familias debe partir de allí, del respeto entre las generaciones, porque esta unión se va a traducir en mejores comunidades, mejores pueblos y mejores países, ese es el camino de la paz y la armonia que hace falta a la humanidad. Oremos por la unión de las familias y por la paz del mundo.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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