miércoles, 15 de agosto de 2012

XIII-075 Una Fiesta de la Vida



UNA FIESTA DE LA VIDA.

Hoy celebra la Iglesia el gran día de la Asunción de la Virgen María al Cielo, fue el nacimiento de la Virgen a la vida eterna, por eso decimos que es una fiesta de la vida que celebramos en medio de tantos signos de muerte que existen hoy en el mundo entero.

Después de la Crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, la Virgen vivió unos catorce años, un tiempo en la casa de Juan el Apóstol a quien Jesús se la encomendó, un corto tiempo en Jerusalén, luego en la ciudad de Efeso en lo que hoy es Turquía y finalmente en Jerusalén donde murió. Ella avisó a los apóstoles que se encontraban predicando en diversos países que se acercaba la fecha de su partida, por lo que fueron llegando poco a poco a Jerusalén para despedirse de ella, para recibir sus últimos consejos y su bendición.

La Virgen tuvo un dulce tránsito a la hora de su muerte, pues se durmió plácidamente, por lo que a este evento se le llama también “la dormición” de la Santísima Virgen. Todo el pueblo acudió a rezar junto a su cadáver como si se tratara de su propia Madre, en el entierro no hubo llantos sino cánticos de los fieles y otros que parecían de ángeles que perfumaban el ambiente con suaves aromas.

Tomás, el Apóstol incrédulo, llegó tarde a la cita y ya habían enterrado a la Virgen, por lo que al siguiente día le rogó a Pedro que le permitiera abrir el sepulcro de la Virgen para darle un último beso, así lo hicieron y cual fue su sorpresa que no hallaron el cuerpo de la Virgen sino una gran cantidad de flores, Jesús había rescatado el cuerpo de su Madre y lo había llevado al Cielo, fue la Asunción de la Virgen que ocurrió un 15 de agosto. Desde entonces la fecha fue celebrada todos los años y se hicieron miles de peticiones a Roma para que fuera declarada la Asunción como un Dogma de la Iglesia, es decir como una verdad de fe que debe ser creída por todos los católicos.

El Papa Pio XII el 1º. De Noviembre de 1950, declaró la Asunción de la Virgen María como Dogma de la Iglesia Católica, “lo que atareis en la tierra será atado en el cielo”, es decir que esta fiesta se celebra también en el Cielo todos los años, tanto es así que muchos santos aquí en la tierra han expresado su deseo de estar presentes en esa fiesta y Dios se los ha concedido falleciendo un día antes o el propio día de la Asunción, para concederles su deseo de participar en esta Fiesta de la Vida.María es para nosotros el mejor ejemplo de discipulado de Jesús, desde el momento en que recibe el anuncio del ángel, cree firmemente y se pone a disposición: “Que se cumpla en mí según tu palabra” (Lc 1, 38), anuncia con orgullo las bondades de Dios para con ella en el precioso rezo del Magnificat y sigue los pasos de Jesús en su misterio de muerte, de vida y de resurrección, María es signo de esperanza para el pueblo de Dios.
Vayamos a Jesús por María.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

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