miércoles, 1 de junio de 2011

Xii-051 Carácter de Cristocéntrico.



CARÁCTER DE CRISTOCENTRICO.

No se trata de una palabra dominguera pues estamos a mitad de semana, esta expresión aunque no se encuentra en el diccionario quiere significar algo cuyo centro es la Cristología, es decir el estudio de Cristo, de su mensaje, de su evangelio.

Voy a ponerles dos ejemplos en los cuales hay una apariencia y una realidad, ellos son el Rosario y la Fundación Betania, en ambos encontramos una apariencia meramente mariana, cuando en realidad son fundamentalmente Cristocéntricos.
En el Rosario decimos cincuenta avemarías y cinco padrenuestros y cualquiera podría dejarse llevar por esa apariencia y hasta criticarnos, como lo hacen algunos hermanos separados, pero la realidad es que el Rosario es una oración Cristocéntrica, en la medida en que lo meditamos vemos que cada misterio nos habla en profundidad de la vida de Jesús, sus momentos de alegría en los misterios gozosos, sus momentos de enseñanza y de manifestación en los misterios luminosos, sus momentos de dolor y pasión en los misterios dolorosos y finalmente sus momentos de triunfo en los misterios gloriosos, siempre acompañado de María, su Madre que estuvo a su lado en todo momento y que se convierte para nosotros en el camino más corto, más recto, más exacto para llegar a Jesucristo, para conocerle y amarle como ella lo hace.

En el caso de la Fundación Betania, grupo de oración y de evangelización fundado por la Sierva de Dios, Maria Esperanza, también hay una apariencia mariana, cuando nos ocupamos de promover la asistencia al Santuario de la Virgen María Reconciliadora de todos los Pueblos, popularmente conocida como la Virgen de Betania, pero la realidad es que se trata de una institución Cristocéntrica porque su principal función es la de evangelizar, la de llevar el mensaje de Cristo a aquellos lugares en donde aún no ha sido conocido o a aquellas personas que quizás no leerán otro evangelio que el que podamos darle con nuestro ejemplo y con nuestra vida, para que se conviertan y tomen el camino expedito que lleva a creer en el Hijo del Hombre, el camino de María y con nuestra oración pedir a Dios que infunda la fe en sus corazones, para que se amen y vivan en paz con sus semejantes, en la búsqueda de un mundo mejor.

Amemos a la Virgen y amándola a ella amaremos a Jesús, ella es el camino que conduce al centro de todo, a ese Nazareno que entregó su vida por nuestra salvación y que nos llama continuamente a participar de su Reino.

Que la paz de Cristo y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares.

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