CUARENTA DIAS, PRUEBA Y GESTACION.
Este próximo domingo celebra la Iglesia el Día de la Ascensión del Señor, un momento trascendental en la vida de la Iglesia que ocurre a los cuarenta días después de la Resurrección de Cristo, lo narra muy bien Lucas al comienzo del libro de Los Hechos de los Apóstoles.
El número cuarenta tiene un simbolismo muy importante en los libros sagrados, con un significado de prueba y gestación, representa un tiempo de preparación, de prueba, de gestación, es por eso que la Iglesia ejercita la Cuaresma que es el período de cuarenta días que va desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Ramos, como una preparación para los días de la Pasión del Señor, luego de la Resurrección transcurren otros cuarenta días hasta la Ascensión, fue el tiempo que Jesús Resucitado estuvo en la tierra apareciéndose a los apóstoles y a muchas personas como prueba de su vuelta a la vida, “Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios” ( He 1, 3), el número cuarenta es tomado de la cantidad de semanas que dura un nuevo ser en el vientre de su madre para salir a la luz, para nacer, es por ello que simboliza gestación, nacimiento.
Cuarenta días duró la prueba de Jesús en el desierto, combatiendo las tentaciones del demonio, preparándose para su gran misión de salvación, es por ello también que los apóstoles se preparan durante cuarenta días para la efusión del Espíritu Santo que les daría la fuerza y la sabiduría necesarias para salir a evangelizar no solo en Jerusalén sino a todos los confines de la tierra, se estaban preparando para el nacimiento de la Iglesia de Cristo, todo habría de cambiar a partir de ese momento.
La Iglesia de Cristo, fundada sobre la roca de Pedro y sostenida por las columnas de los apóstoles se apresta así a conquistar el mundo, bajo las alas y la protección del Espíritu Santo que es quien le da fuerzas para ser en el mundo testigos del resucitado, del vencedor de la muerte, de Cristo Nuestro Señor.
La Iglesia de Cristo es fundamentalmente una Iglesia Misionera, porque su misión es llevar la palabra de Jesús, proclamar el evangelio a todos los hombres, es la misión que Dios le encomendó, nos encomendó a todos nosotros, porque recuerden que todos formamos parte de la Iglesia desde el momento en que fuimos bautizados, por tanto nuestra misión es la misma de los apóstoles, evangelizar.
Pidamos al Espíritu Santo que ilumine nuestras mentes y nuestros corazones para que continuemos nuestra misión en la tierra con fidelidad y con fortaleza y que nunca desviemos el camino ni nos extraviemos que toda nuestra vida toda sea un cántico de alabanza al Señor.
Que la paz de Cristo y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares, que tengan un feliz fin de semana, no olviden la Misa Dominical y el Rezo del Rosario en Familia.
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