jueves, 2 de junio de 2011

XII-052 Los grados en la Fe.


LOS GRADOS EN LA FE.

Fe significa confianza, es esa Virtud de adherirse firmemente, con el entendimiento y la voluntad, a las verdades que Dios ha revelado por medio de Jesús y de la enseñanza de la Iglesia. También se puede decir que la Fe es esa respuesta que el hombre da a Dios ante sus revelaciones, pero es en realidad Dios quien infunde la Fe en los corazones de los hombres a través del magisterio eclesiástico.

La Fe puede tener diferentes grados, en dimensiones que no se pueden medir métricamente, se puede decir que alguien no tiene fe, en cambio otro tiene muy poca fe, y aquel otro tiene mucha fe. Lo observamos en las palabras de Jesús, por ejemplo en el caso de la tempestad que se presentó cuando los apóstoles cruzaban el mar de Galilea mientras Jesús dormía, los discípulos despertaron a Jesús diciendo “!Señor sálvanos que estamos perdidos!. Pero él les dijo: “¡Que miedosos son ustedes! ¡Que poca fe tienen!” (Mt 8, 25-26). En cambio en el caso del Centurión que le pidió que sanara a su sirviente, Jesús dice: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta Fe” (Mt 8, 10). Allí tenemos los dos extremos en los grados de la Fe.

Yo pienso que hay personas que tienen tanta Fe que son capaces de infundirla en aquellos que los rodean, cito el caso de la Sierva de Dios, María Esperanza, cuya causa de beatificación fue abierta en Enero del año pasado, ya que todos los que nos reuníamos con ella aumentábamos nuestra fe con su sola presencia, es como si una copa contiene más de su propia capacidad, se rebosa y se esparce alrededor. Especialmente en los momentos más difíciles que es cuando la Fe parece tambalear, sus palabras se convertían en un apoyo, un refuerzo para evitar el derrumbe.


Les cuento que en una oportunidad fui a ver un médico que me examinó y me dijo que yo estaba a punto de sufrir un ataque cardíaco, que fuera de inmediato a una clínica a hospitalizarme incluso que no se me ocurriera bajar por las escaleras que bajara en el ascensor que no fuera solo, por lo que llamé a mi casa todo preocupado pensando que ya me estaba llegando la hora final, mi señora llamó por teléfono a María Esperanza y le planteó la situación, ella con mucha serenidad me hizo el honor de llamarme por el celular y me dijo lo que tenía que hacer y me infundió una fe tan grande en la vida que creo que me dura hasta el día de hoy.


Alimentemos nuestra Fe, con la oración, con la meditación de los libros sagrados, con la asistencia a los sacramentos y no permitamos que el Señor nos vea como a los apóstoles y nos diga “Que miedosos son ustedes, que poca fe tienen”.

Que la paz de Cristo y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a sus hogares y permanezca siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su artículo es bastante interesante. Me sorprendió mucho descubrir que usted llegó a la misma conclusión que yo. (Con respecto a que hay grados de fe)

Fue muy interesante leerlo, su capacidad intelectual es muy valiosa para la humanidad, que la humildad sea su fortaleza en la correcta senda de la sabiduría.

Aquí le dejo un documento que hice, espero sea correcto y esté bien interpretado.

Dios le Bendiga!!

http://alfredmetafisicadelaspalabras.blog.com.es/2013/04/05/los-tres-perfiles-de-fe-15724722/

http://www.blog.com.es/media/document/jes_s_resucita_a_la_hija_de_jairo/6965565#content

Un gusto leerle.