XII-042 Para empezar bien el día.

PARA EMPEZAR BIEN EL DIA.

Cuando hablábamos del Buen Pastor decíamos que el Buen Pastor conoce a sus ovejas y que las llama a cada una por su nombre, las guía y las conduce hacia los buenos pastos. Nosotros que formamos ese gran rebaño que sigue al Buen Pastor, debemos mantenernos unidos y en permanente contacto con El, Jesús es nuestro Buen Pastor, él nos conoce a cada uno no solo por nuestro nombre propio sino por todo aquello que le comunicamos por medio de la oración, ella es el lazo que nos une a El, no podemos dejar de lado la oración en ningún momento porque al perder el contacto con nuestro pastor estamos expuestos a extraviar el camino.

¿Cuándo debemos empezar a rezar?¿Cuándo debemos terminar? Debemos comenzar al despuntar la mañana, al despertar, nuestro primer pensamiento debe ser para Dios, persignarnos, decir “En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”

Recuerdo que Maria Esperanza decía: “Antes de poner los pies en el piso, debemos rezar el primer Angelus” Ustedes saben que el Angelus se reza tres veces al día, a las 6am. A las 12m. y a las 6pm. Se dice así: “El Angel del Señor anunció a María y ella concibió por obra del Espíritu Santo. (Ave María). He aquí la Esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. (Ave María) Y el Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros.(Ave María). Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Oración: Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido, por el anuncio del Angel, la Encarnación de tu hijo Jesucristo, lleguemos por los méritos de su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.” Según la disponibilidad del tiempo de cada quien puede continuar en oración para empezar bien el día.

Para que Dios pueda acompañarnos durante todo el día debemos nosotros mantener ese contacto con él, el contacto de la oración, darle gracias por todo lo que nos va saliendo bien y pedirle su ayuda en los momentos difíciles y al terminar el día darle gracias por sus inspiraciones y por las bendiciones que ha derramado sobre nosotros y antes de acostarnos hacer nuestras oraciones finales, así el Buen Pastor cerrará la puerta del corral para que podamos dormir tranquilos y descansar. Alabado sea el Señor.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares