lunes, 2 de mayo de 2011

XII-032 Amanece un nuevo día


AMANECE UN NUEVO DIA.

Después de ese gran día que fue el Domingo de la Divina Misericordia, día en que fue beatificado nuestro querido y recordado Papa Juan Pablo II, día también de San José Obrero y Segundo Domingo de Pascua, día en que fuimos bendecidos por la Iglesia con la Indulgencia Plenaria de nuestros pecados, como lo prometió Jesús a la Beata Sor Faustina Kowalska, hoy lunes amanece un nuevo día, comienza con lluvia, una lluvia intensa que cae desde la madrugada sobre Caracas y se derrama sobre buenos y malos, como la misericordia de Dios que es para todos, abrazando a todo el universo para que germine la vida y la felicidad.

Alabemos al Señor que ha sido bueno con nosotros, ayer la Fundación Betania estuvo presente en la Misa del mediodía en la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, oficiada por Mons. Ovidio Pérez Morales, Obispo Emérito de la Diócesis de Los Teques y amenizada por la Coral Betania, durante la cual se repartió una preciosa estampa de Jesús de la Misericordia acompañado del nuevo Beato Juan Pablo II, ambos rodeados de Mariposas Azules que son símbolos de la Virgen María Reconciliadora (Virgen de Betania), estampa que estamos scaneando por ambas caras para enviárselas por esta misma vía a todos los que la soliciten.

“Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para todos nosotros, Jesús yo confío en ti.”

De la homilía del Papa Benedicto XVI, durante la Eucaristía con motivo de la Beatificación del Papa Juan Pablo II, recordamos que el significado de “Beato” es “Dichoso” y son dichosos aquellos que han creído en Jesús, la primera “Beata” fue la Virgen María, recordemos el encuentro con su prima Isabel que le dice “Dichosa tú porque has creído”(Lc 1, 45) y recordemos a San Pedro cuando dice que Jesús es el Mesías y Jesús le responde “Dichoso tú porque eso que has dicho te lo ha revelado mi Padre” y finalmente recordemos el encuentro de Santo Tomás con el Jesús Resucitado, cuando Jesús le reprocha su incredulidad y le dice “Tu has creído porque me has visto, dichosos los que creen sin haber visto”(Jn 20, 29). Esos últimos somos nosotros que creemos en Jesús sin haberlo visto, pero que tenemos la gran esperanza de poderlo ver algún día, dicha que deseo a todos ustedes de corazón.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

No hay comentarios: