LA VERDADERA DEVOCION A MARIA.
Tengo que agradecer en primer lugar a la integrante de la Peregrinación de Argentina que me obsequió el libro “Tratado de la Verdadera Devoción”, escrito por San Luis María de Montfort, del cual el propio Juan Pablo II tuvo expresiones muy hermosas como: “Leí y releí muchas veces y con gran provecho espiritual este valioso librito”; “La preciosa herencia de San Luis María es un tesoro que no debe quedar escondido” y en otra parte explica Juan Pablo II que San Luis María ha invertido los caminos y les ha dado una complementariedad, ya que estábamos acostumbrados a ir por María a Jesús y en este libro encontramos que por Jesús también se puede ir a María, todas estas expresiones avalan el interés de este libro que seguramente me servirá de inspiración para algunas de las meditaciones que les recomiendo a diario.
Para nuestro crecimiento espiritual es muy importante la devoción que tengamos a la Santísima Virgen María y esto lo entendemos mejor si analizamos el papel que ella juega en la historia de la salvación, por ejemplo detengámonos por un momento a meditar ese lapso que va desde el nacimiento de Jesús hasta el comienzo de su vida pública que es un período de aproximadamente treinta años y del cual no nos dicen nada los evangelios, solo Lucas nos narra algunos incidentes específicos como la presentación del niño en el templo y el extravío del joven Jesús por tres días después de los cuales fue hallado por sus padres hablando en el templo con los doctores de la Ley y nos dice Lucas: “Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón. Mientras tanto Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y ante los hombres.” (Lc 2, 51-52).
Jesús pasó treinta años obedeciendo a María y a San José, si queremos imitar a Jesús que es nuestro modelo a seguir, debemos como él comenzar por obedecer a María, ella seguramente nos ayudará a crecer en sabiduría y en gracia ante Dios y ante los hombres, como lo hizo con su hijo Jesús. ´
Expresa San Luis María Montfort en su libro: “!Oh admirable e incomprensible dependencia de un Dios!”…”Jesucristo dio mayor gloria a Dios, Su Padre, por su sumisión a María durante treinta años que la que le hubiera dado convirtiendo al mundo entero con portentosos milagros.”
Glorifiquemos a Dios sometiéndonos a María a ejemplo de Jesucristo, nuestro modelo.
Que la paz de Cristo y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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